jueves, 13 de octubre de 2011

El oro de los rumanos

El debate sobre la explotacion de las minas de oro de Rosia Montana, una de las más antiguas y la más rica de Europa, que los romanos denominaron Alburnus maior hace unos casi 2000 años, cuando llegaron, igual que las multinacionales de hoy, a llevarse los recursos de los dacos, se ha reavivado tras el apoyo al proyecto de explotación mostrado por el presidente rumano, Traian Basescu, que hasta ahora se había opuesto.
Rosia Montana

"Todo país que tiene recursos debe usarlos", declaró Basescu, que encontró la previsible oposición de ecologistas y buena parte de la sociedad civil por los efectos que para el medio ambiente y el patrimonio cultural puede tener el proyecto.

Situada en el centro del país, en el sur de la región de Transilvania,  la tradición minera de Rosia Montana se remonta a la época romana, y según varias estimaciones, puede guardar bajo tierra más de 300 toneladas de oro y 1.600 toneladas de plata.

Con los elevados precios de los metales preciosos de la actualidad se calcula que la mina produciría unos ingresos de 18.000 millones de dólares (unos 12.600 millones de euros) en sus probables 18 años de vida útil. Además de cientos de puestos de trabajo (unos 1000) en una región con un desempleo del 80%, el Estado rumano recibiría unos 4.000 millones de dólares (cerca de 3.000 millones de euros) según las estimaciones más optimistas.

La polémica sobre su explotación empezó en 1997, cuando el gobierno rumano, en el marco del proceso de privatizacion de la riqueza industrial y productiva del pueblo rumano, cedió los derechos sobre la mina a la sociedad canadiense Rosia Montana Gold Corporation, que tiene una participación del estado rumano del 20 por ciento.

Innumerables campañas internacionales ecologistas y de defensa del patrimonio y diferentes obstáculos legales han evitado que la empresa obtenga los permisos necesarios para empezar a trabajar, pero el súbito y contundente posicionamiento del presidente Basescu invita a pensar que la situación podría desatascarse.

La mayor oposición ha venido desde el ecologismo, ya que las extracciones se harian utilizando el muy contaminante cianuro, del que quedarian unos 200 millones de toneladas en forma de residuos. El antecedente mas cercano de sus perniciosos efectos es la catástrofe ecológica del año 2000 en la zona, cuando unas 100 toneladas de cianuro procedentes de una mina de oro en la ciudad de Baia Mare, al norte del pais, se vertieron en el río Somes (Rumanía) y llegaron al Tisza (Hungría) y al Danubio. Mas de diez años despues en los alrededores de la ciudad de Baia Mare las aguas siguen estando contaminadas y la tierra contiene un elevadísimo porcentaje de cianuro.

Además, otra consecuencia importante del proyecto es que se dañaría una cara de la montaña y se destruirían las ruinas romanas y prerromanas de la localidad, que Rumanía quiere incluir en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Por su parte, la empresa y los partidarios de la explotación enfatizan los beneficios económicos e insisten en el uso de tecnologías limpias y modernas y en cuantiosas inversiones en la restauración del patrimonio arqueológico.

El uso que debe darse a Rosia Montana también es motivo de polémica entre los 4.000 vecinos del pueblo, divididos entre quienes quieren un trabajo en la mina, que acabaria con el paro, y los que ven la explotación el fin de toda alternativa para salir adelante, especialmente las orientadas al turismo.

Según la Academia de Estudios Económicos (ASE) de la Universidad de Bucarest, en un informe contra el proyecto, el oro y la plata no son una necesidad para la economía de un país como el gas o el petróleo, máxime cuando el Banco Nacional de Rumanía ha anunciado que tiene suficientes reservas de oro.

Pero mientras Basescu pide empezar la explotación "cuanto antes" y llama a la clase política a tomar ya la "decisión correcta", el director general de Rosia Montana Gold Corporation espera obtener las autorizaciones necesarias para 2012, y que para entre 2014 y 2015 se pueda "sacar el primer lingote de oro".

La batalla legal y mediatica que enfrenta a la sociedad civil rumana con la Rosia Montana Gold Corporation (RMGC), comenzó en 1997, cuando esta empresa, ademas de recibir la cesion de la explotacion por parte del gobierno, compro el 80% del pueblo. En un principio, sobre todo despues de la catastrofe iniciada en Baia Mare que hizo que el Danubio "dejara de ser azul", contó con una fuerte oposicion social y politica.

Pero ahora, el gobierno rumano, que hasta hace poco se oponia al proyecto firmemente, amparandose en las restricciones de la Union Europea a la mineria con cianuro, ha tenido un repentino cambio de idea

Una mina de oro romana en Rosia Montana

Dejando de lado las posibles prebendas obtenidas por los responsables politicos a cambio del permiso de explotacion que han podido causar el giro del gobierno, el debate parece bastante alejado del principal perjuicio para el pueblo rumano en este problema, ademas de los evidentes de los otros citados: el saqueo de sus recursos.

 El debate esta muy alejado del meollo de la cuestion porque se da por supuesto que el hecho de que sean los rumanos los mayores beneficiarios de sus propios recursos suena demasiado a comunismo, por lo que los medios lo juzgan de antemano como malo, y la opinión pública simplemente repite el eco.

Ademas, despues de 22 años de que la riqueza nacional sea aprovechada por grandes multinacionales extranjeras en vez de por los propios rumanos, la idea es vendida, y en general se asume como tal, como una locura sin sentido.

De hecho el galimatias que produce el conflicto mental entre la logica y la realidad, y la sensacion de verguenza que han conseguido imponer a los ciudadanos los medios de comunicacion ante todo lo que suponga asumir como bueno algo que se hiciera antes del golpe de estado de diciembre de 1989, provoca situaciones extrañas, como que sean miembros de los partidos neoliberales, que asumen como parte de sus principios basicos las crudas leyes del mercado,  los que se quejen de que el contrato de Rosia Montana es en realidad una forma de explotacion colonial.

Se trata del antiguo ministro de cultura del actual gobierno conservador, Teodor Paleologu, que evidentemente ha declarado lo anterior con fines electoralistas, pues no dice lo mismo sobre el resto de los abundantes y habituales casos de explotacion de la riqueza nacional por empresas multinacionales extranjeras a cambio de un salario pírrico a la conocida barata mano de obra rumana, y dejando muy poca parte del pastel en el pais.

El tal Paleologu, millonario y miembro de una antigua familia de la oligarquia rumana, los boyardos valacos de los que hablaba Marx cuando, hablando de la Comuna de Paris, afirmaba que gente de esa calaña habian dejado de verse por Paris durante ese movimiento revolucionario, el vicepresidente del Partido Democrata Liberal ha dicho que el contrato con la canadiense Gabriel Resourses tiene tres aspectos negativos: los efectos sobre el medio ambiente, la destrucción del Patrimonio, y el contrato en sí.

Paleologu ha definido el contrato como de tipo "colonial", pues nos solo se destruye el monte y el patrimonio sino que se llevan el dinero, y que, como si la cosa fuera tan diferente porque unos sean de piel oscura y los rumanos blancos y europeos, "Rumania no es Sierra Leona", y, aunque esto no lo dijo pero seguro lo pensaba, Rumania no debe de ser tratada como un pais africano, al que si que se puede colonizar sin escrúpulos.

Para terminar de mostrar el caos mental de la clase politica rumana, el "boyardo" intentó echar la culpa del asunto Rosia Montana, como mandan los canones del anticomunismo vigente, al pasado socialista, afirmando que la burguesia rumana actual tiene los mismos defectos que la "burguesia colonial sovietica".

!Salvad Rosia Montana!, la campaña contra el proyecto
 de la multinacional canadiense para llevarse el oro rumano 
En fin, que despues de la disgresion ilustrativa sobre las palabras del critico del colonialismo que, curiosamente, considera de origen soviético, al igual que se hace con todo lo malo ocurrido, inventado o por ocurrir de la historia ( seguro que algunos echan la culpa de la mítica expulsion del paraiso de Adan y Eva tambien a Stalin), parece claro que el conflicto de Rosia Montana y el interes de la multinacional canadiense para explotar el metal precioso de Rosia Montana esta, claramente de manera interesada y dirigida, desenfocado. Y aunque son evidentes tanto los efectos negativos en el Medio Ambiente y en el Patrimonio Historico o los en teoria positivos en el desempleo de la zona, de lo que menos se habla es de quien va a ser el mayor beneficiado con la explotacion del oro, y que van a lograr realmente sus verdaderos propietarios, los rumanos.

El verdadero debate, descartado por los medios de propaganda capitalista y olvidado por los mismos trabajadores de Rumania, es quien es el propietario de los medios de produccion y de los recursos, y sobre quien tiene realmente el legitimo derecho a enriquecerse con el oro de Rosia Montana...el oro de los rumanos.

Pero claro, eso supondria para los que habitualmente saquean a los rumanos, nacionales o multinacionales, ser objeto de atencion, y que existiera el riesgo de que se les volviera a acabar el chollo con el que se han enriquecido durante estas ultimas dos decadas a costa de los trabajadores. Asi que mejor centrar la informacion en los problemas ecologicos que permitir que se cuestione si deberian ser los que trabajan los principales beneficiarios con la explotacion de sus recursos, y no los que se han apropiado, tras el golpe de estado de 1989, de los medios de producción y de la riqueza de los rumanos.

2 comentarios:

vgeorgicas dijo...

In toata istoria Romaniei, nici unul dintre regimuri nu si-a permis vinzarea bogatiilor subsolului. Nici macar pe vremea fanariotilor (niste domintori staini- greci din Fanar) nu a indraznit nimeni sa vaduveasca poporul roman de pretioasele sale bogatii: aurul si sarea. Mai recent s-au adaugat petrolul si gazele naturale.
Actualul regim cu politicienii sai iresponsabili au dat pe gratis, aproape, austriecilor petrolul si gazele romanesti (iar Romania cumpara gaze cu cel mai mare pret din Europa) iar acum vor sa dea pe gratis si aurul Muntilor Metaliferi.
Un asemenea regim ticalosit este de neiertat.

Bibliotecaru dijo...

Am vaga impresie că zăcămintele deja nu mai aparţin poporului român, sunt promise altora.

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